lunes, 28 de abril de 2014

Huevos de Dragón. ¡¡¡Dracarys!!!


Ya es hora de engordar el apartado de manualidades, porque hacer manualidades ¡mola mucho!
En esta ocasión os enseño este pequeño baúl tuneado que alberga estos pequeños Huevos de Dragón hechos con arcilla polimérica.

Soy una gran fan de Canción de Hielo y Fuego, muchas de las cosas que he hecho están basadas en esta saga. Una prueba de ello es toda una sección dedicada al Festín de Hielo y Fuego, todo un banquete y decoración basada en Juego de Tronos. Pero me estoy yendo por las ramas... ¡Me centro!



Este pequeño baúl lo tenía guardado en un rincón. Lo compré hace tiempo en unos chinos con intención de que fuera un joyero pero acabó olvidado en el fondo de un armario.
Un día lo vi y se me encendió la bombilla: Claramente tenía que guardar unos huevos de dragón dentro, ese era su destino desde el principio, él lo sabía, yo lo sabía... ¡¡Así que me puse a ello!!

¿Cómo se hace?
El baúl hay que lijarlo un poco, tenía un color más oscuro de lo que me gustaba, pero con una hoja de grano fino se lija en una momentito.
 

Lo siguiente es hacer el dibujo de la tapa. Dado el tamaño del baúl se me hizo un poco difícil, no os voy a engañar.
Hay que dibujarlo a lápiz primero y repasarlo con un rotulador fino permanente. El interior del dibujo esta pintado con pintura acrílica roja.

Despúes me puse con los huevos. En esta parte me armé de paciencia, porque hacer cada escama una a una tiene su complicación...
Primero hacemos la forma del huevo con la arcilla polimérica (da igual el color porque lo cubriremos con las escamas).
Para conseguir los tonos adecuados de las escamas, hay que mezclar diferentes colores de arcilla, solo hay que ir juntando y amasando pequeñas cantidades hasta conseguir los tonos deseados.

Para el verde: Fimo verde claro (el que tenía) + un poquito de negro.
Para el beige: Marrón + blanco.
Para el negro: Negro + rojo (no mezclar totalmente, así se quedan pequeñas vetas rojizas)

Ahora nos ponemos a hacer las pequeñas escamas, intentando que sean del mismo tamaño. Si, es complicado porque acabas hasta las narices... Jeje, pero con paciencia se consigue, ¡doy fe de ello!
Empezamos a pegarlas desde la base del huevo (por abajo) hacia arriba. Hacemos una fila en horizontal y al poner la siguiente tapamos un poquito la inferior.


Para darle el toque final, y que se queden con un aire envejecido, sólo hay que echarle un poquito de betún de judea. Mojamos un paño con unas gotas de betún y frotamos los huevos y el baúl, sin cortarse, ¡frota bien! Por dentro del baúl también, así quedará mucho mejor:


Dentro del baúl colocamos un trozo de tela para que los huevos tengan donde asentarse, pobrecitos ellos, hay que tratarlos bien para ser una buena Madre de Dragones.

¡Y ya está listo! Si no os habéis quedado bizcos haciendo escamas, hacedles unas fotillos, ¡que yo las quiero ver!

Espero que os haya gustado, los pondré un poquito al calor a ver si tengo suerte y me salen unos majos dragones.

Mil besos.
IriHouse de la Tormenta, La que no Arde, Rompedora de Cadenas y Madre de Dragones.

8 comentarios:

  1. Esta muy bien te felicito,josé mariá y sandra del blog el mago y la bruja,saludos apuntaté con nosotros ,besos...

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  2. Qué chulo el baúl y los huevos de dragón, te ha quedado genial.
    Bss

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  3. Me flipaaaaa!!!! qué buena idea, y está genial hecho. Felicidades! :)

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  4. ¡Cuánto trabajo! Las escamas han tenido que ser lo suyo pero te felicito porque ha quedado genial =) Igual te copio la idea jeje.
    Un saludo

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    1. Mil gracias! Cuesta un poquito, pero como son pequeños con paciencia se puede..jaja. Si los haces avisame, que los quiero ver ;)

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