Pan de Lembas

 

Bueno, pues ya han pasado las navidades y eso significa: ¡Planificación! Si, uno de esos propósitos de año nuevo que seguro que más de uno se ha planteado. Pues si, yo soy una de esas que piensa: "venga, va, este año seré más aplicada". Pero bueno, vamos poco a poco, primero a organizarme con el blog e intentar ir poniendo una recetilla a la semana.

¡La receta de esta semana está motivada por la pequeña friki que llevo en mi interior!

Hoy aprenderéis a hacer Pan de Lembas (o Pan élfico, o Pan del camino, o Pan de frikis, vaya, jeje)

La historia es que este fin de semana tenemos una maratón de El Señor de los Anillos, si si, habéis leido bien... Sus tres pelis en sus versiones extendidas, todo un acto de fé para nuetras mentes, jeje. 

Y como tan magno evento tiene que ir acompañado de productos de la Tierra Media, que mejor que preparar ese famoso aperitivo con el que "un solo bocado te aporta la energía para toda una jornada".

Pues aunque ese tema de la energía no se aplique a mis panecillos, si he de confesar que están muy buenos, oye: Con una textura parecida a las galletas de mantequilla pero algo más jugosas. Con un sabor dulce y un ligero toque a naranja. 

Pues sin más dilación os presento la receta. 

Los ingredientes que necesitaremos son muy comunes y seguro que los encontráis en la despensa de vuestra cocina. Empezamos:

Ingredientes: (para 14 panecillos)

- 230g Harina.

- 110g Maizena.

- 1 cucharadita de levadura.

- Ralladura de 1 naranja.

- 40g de azúcar.

- 1 cucharada sopera de miel.

- 90g Mantequilla.

- 1 huevo.

- El zumo de 1/2 naranja.

- 90 ml de leche.

Preparación:

En primer lugar mezclamos los ingredientes secos en un bol, esto es: harina, maizena, levadura, ralladura de naranja y azúcar.

Incorporamos la miel, la mantequilla, el huevo y el zumo. Amasamos bien con las manos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. La masa tendrá un aspecto quebradizo por la falta de humedad, tranquilos, eso lo conseguiremos con la leche.

Vamos echando poco a poco la leche y vamos amando. Cuando este todo bien mezclado será el momento de pasarlo a la encimera, previamente enharinada, y seguir amasando un poco más hasta que la masa no se peque a las manos.

Ahora volvemos a meter la masa en el bol, lo cubrimos con un trapo limpio y la metemos en la nevera una media hora. (Esto hará que la masa se trabaje con más facilidad)

Sacamos la masa del bol, la extendemos en la encimera enharinada con la ayuda de un rodillo y la cortamos en cuadrados de unos 7cm x 7cm. (Yo me he ayudado para esto de una plantilla que hice en papel, pero si tenéis un cortador seria perfecto).

                       

Ponemos papel vegetal en la bandeja del horno y ponemos los panecillos encima. Para finalizar les hacemos esas marcas en cruz características con la ayuda de un cuchillo.

Al horno de 10 a 15min (cuando empiecen a estar ligeramente dorados) a 200º.

    

Presentación:

Para que tuvieran un aspecto más auténtico he hecho un envoltorio simulando una hoja de la forma más sencilla del mundo. Para hacerlo, sólo necesitáis 4 cosas:

- Cartulina verde.

- Rotulador verde.

- Cuerda.

- Tijeras.

Como son varios panecillos me he ayudado de una plantilla que he dibujado en un folio para que todos los envoltorios fueran iguales. 

Hay que marcar el contorno de la plantilla en papel, recortarlo, dibujamos la nervadura de la hoja, envolvemos el panecillo y atamos con un trozo de cuerda. ¡Así de sencillo!

    

Espero que os haya gustado esta receta. Es muy sencilla de preparar así que os animo a que os lancéis con ella.
Y no me entretengo más, que me espera un largo viaje hasta el Monte del Destino ;)

Gracias por leerme.
Irihouse.